El tema principal del libro es que los sistemas operativos no son radicalmente diferentes de otros programas. Las dificultades encontradas en el diseño de sistemas eficientes y fiables de operación son los mismos que los que uno se encuentra en el diseño de otros programas de gran envergadura, tales como compiladores o los programas de nómina.

La importancia histórica de los sistemas operativos llevó al descubrimiento de nuevos principios de distribución de los recursos, multiprogramación, y la construcción de programas. Estos principios tienen una validez general más allá de los sistemas operativos, y creo que se les debe enseñar como parte de un núcleo de cursos de ciencias informáticas, siguiendo cursos de lenguajes de programación, estructuras de datos y estructuras informáticas.

El propósito de un sistema operativo es el de compartir recursos computacionales entre diferentes usuarios. Para hacer esto de manera eficiente a un diseñador debe respetar las limitaciones tecnológicas de estos recursos.